Ahora mismo que queréis que os diga... estoy en shock, y es que acabo de terminar la primera temporada de la absolutamente intrigante y maravillosa Westwolrd.
Ya sé que voy con un poco de retraso con respecto al mundo, pero yo es que las series las tengo que ver a mi ritmo, y estoy seguro que con lo pedazo de serie que es, a pesar de que haga más de dos meses que terminó, todavía se sigue hablando de ella y que su legión de fans no para de crecer.
Os pongo en situación, la serie narra la historia de un parque futurista (como un PortAventura pero a lo guay) en el que la gente va allí a vivir una serie de aventuras en la época de las películas del oeste. Lo que hace especial a este sitio además, es que no se trata de montañas rusas ni atracciones como cualquiera pensaría que hay en un parque temático. Sino que allí las atracciones son avatares llamados "anfitriones", a través de los cuales se pueden vivir diferentes aventuras.
Los huéspedes, que son los visitantes del parque, pagan una cantidad ingente de dinero para vivir aventuras, ya que consideran que su vida en el mundo real no es lo suficientemente emocionante, y necesitan que corra más adrenalina por sus venas.
Nuestra protagonista es Dolores (anfitriona), una chica dulce, caritativa y buena que vive con su padre y lleva una vida de lo más normal, hasta que por la noche, un villano (huésped) le tiende una emboscada a su familia y mueren todos, ya que los anfitriones no pueden hacer nada contra los huéspedes.
Nuestra sorpresa es cuando termina esa escena... y todo vuelve a estar como al principio del capitulo, es como si nada hubiese pasado, y ahí
es cuando nos damos cuenta, que los llamados anfitriones son en realidad robots, que la empresa repara cada vez que les pasa algo, para que no se altere su bucle temporal y cada día en el parque sea lo más parecido al anterior y que todos los visitantes puedan disfrutar de las mismas líneas argumentales. Los anfitriones en realidad no pueden sentir nada.... o en realidad sí.
Al final del primer episodio, vemos a Dolores espantar una mosca de su cara... ¿qué significará eso?
A lo largo de los capítulos vamos descubriendo distintos personajes tanto anfitriones como visitantes,los cuales tienen mucho que aportar a la historia, entre los cuales, uno de los que más peso tiene durante toda la temporada es William, y al final de la misma se descubre un oculto secreto, que además de darle todo el sentido a la serie, hace que todavía cobre más peso que el que en realidad parece que tiene.
Sin embargo, mi personaje favorito de toda la series es Maeve, una anfitriona que se da cuenta de lo que en realidad es y que luchará con uñas y dientes para descubrir toda la verdad e intentar salir de ese parque para vivir en el mundo real ¿lo conseguirá? Igual no es la trama que tiene más acción y aventura pero la verdad es que a mi su personaje me ha fascinado en todos los sentidos, por su inteligencia y su manera de llevar las cosas. La duda es, realmente actúa así porque ha despertado de su ensoñación o porque alguien la ha programado para que tenga esa actitud? Es una cosa que aun está por ver.
Otra trama interesante que se va descubriendo poco a poco a lo largo de la temporada es la historia de los creadores del parque. La verdad es que de esta historia no quiero revelar mucho porque a poco que cuente ya se va a desvelar todo el pastel, pero hasta el último capítulo, nada es lo que parece y los giros de la trama, simplemente os van a hacer el cerebro papilla.
El fiel acompañante de Ford, Bernard también oculta un secreto, que vaya a estas alturas de la entrada ya os habréis dado cuenta de que todos tienen su miga, y es que es esto lo que hace tan interesante a la serie, que no se centra solo en un personaje, sino que le saca cera a todos.
Y es que sobretodo hacia el desenlace de la temporada descubriremos por qué le es tan fiel a Ford y por qué Ford le tiene tanta estima como parece, una ida de olla más de la serie que te hará querer más, más y más para conocer todos los secretos de este enigmático personaje, que al principio puede parecer plano, pero Oh My God!
Y el último personaje del que hablaré es el interpretado por Ed Harris, cuya auténtica verdad no se conoce hasta el final de la temporada. Es el villano por excelencia del parque, y es que lleva yendo allí más de 30 años, de hecho es uno de los accionistas del parque y gracias al mismo, el parque sigue abierto a día de hoy y es lo que es. Su sumun en la vida es averiguar que es el laberinto del que muchos hablan y es a lo que lleva dedicándose tanto tiempo.
En definitiva, una serie que si os gustan los giros locos y que os follen la mente capítulo a capítulo no os arrepentireis de ver. A mi al principio eso de que estuviera ambientada en el oeste la verdad es que me tiraba un poco para atrás, pero empezar a verla ha sido una de las mejores decisiones seriéfilas de mi vida. La pena es que hasta 2018 (no se sabe qué época de ese año será) no podremos ver la segunda temporada, así que habrá que armarse de paciencia. Mientras tanto quien no la haya visto tiene tiempo más que suficiente para admirar esta nueva maravilla de la HBO.
Comentarios
Publicar un comentario