#20 Aquellos maravillosos días de playa

Bueno ya llevamos bastante tiempo de verano, de hecho los más agonías dicen que ya se está acabando, pero la verdad es que reconozcámoslo todos, no hay nada mejor que ir a la playa un día de verano... o nada peor según se mire.

Y es que para las personas que no tenemos la costa en nuestra ciudad y tenemos que desplazarlos a los pueblos costeros de una zona que esté relativamente cerca puede llegar a ser una verdadera tortura.

Para empezar, lo primero de todo que hay que hacer es madrugar, pero no hablo de levantarse a las 8 de la mañana, no, hablo de levantarse a unas horas en las que ni las calles están puestas e incluso antes que cualquier día de universidad.

Eso ya lo primero, luego ya si vas a la playa a lo gitano (que es la manera divertida de ir a la playa... por favor que no se me ofendan los gitanos ni llamen a todos sus primos, que no es la intención), pues tienes que ir a preparar bocatas con pan previamente descongelado (porque a esas horas inhumanas, ni las panaderías están abiertas), porque el presupuesto no da para ir con toda la familia a casa pepe a comerte un plato combinado de huevos fritos con salmonelosis.
Bueno y después de preparar las mochilas, las neveritas (o neverazas), las sillas, la sombrilla y llevar a cuestas a la abuela, toca el turno de hacer el tetris en tu pobre utilitario que no da más de sí, peeeero al final tienes que hacer que quepa todo.

Y una vez que lo has conseguido, tirate a la carretera, porque quieras o no, si todo va bien, te vas a pegar 1 hora mínimo en la carretera. Tú y otras 200 familias más que han pensado que el mejor plan para ese día era levantarse a las 6 de la mañana para salir tempranito hacia la playa y no pillar atasco... JA
Y mientras el gilipollas de tu al lado adelanta como le da la gana, el de atrás te pita, los niños atrás se pegan entre ellos y la abuela reza por no tener un accidente mientras insiste en parar para hacer pis, tú te arrepientes de no haber llenado al bañera de tu casa con sal y darte un bañito con el ventilador, total, lo mismo va a ser.

Total que la hora de viaje que se tarda han resultado ser dos largas horas y media, pero por fin has llegado a tu destino, la playa, donde podrás clavar tu sombrilla en primera linea de playa, tanto madrugón de algo ha tenido que servir,... o eso pensabas tú... tú y las otras 200 familias del atasco ¿las recuerdas?
Así que mala suerte, solo has conseguido quinta línea de playa. Pero con toda tu buena fe todavía piensas que vas a pasar un feliz día de playa.

Es entonces cuando te das cuenta que los niños de la familia de al lado, se han aliado con los niños de la tuya y han creado una guerra abierta de arena en la que tú, pobre ignorante eres la víctima principal
Y asi es como terminas

Pero lo que se encuentra al otro lado de la toalla tampoco es mejor. Resulta que tienes a dos matrimonios de jubiletas que comienzan a hablar contigo y oh, casualidades de la vida, son de la misma ciudad del interior que tú y bueno, ahí ya la has cagado, porque vais a ser MAPS durante todo el día. Y podreis decir, bueno, no es algo malo, haces vida social y tal. Claro, pero no teneis en cuenta que son personas de las típicas que sacan en los programas como Callejeros. (De hecho vives con el miedo de que aparezca una cámara en cualquier momento).

Y cuando llega el momento de comer (recuerda que eres pobre y te has llevado bocatas y tuppers) empieza la guerra abierta de quien se ha llevado más comida, los jubilados o tú, claramente tu sales perdiendo, son jubilados, sacan los tuppers de ensaladilla, los filetes rusos, la tortilla, el melón y la sandía perfectamente cortados, y no se llevan una paella porque el arroz se pasa.... y mientras tú con un bocata de jamon york con queso y unas patatas fritas de bolsa del mercadona... si es que como se nota que han sobrevivido a una guerra o una post-guerra.

Pero bueno, dejando de lado las relaciones sociales, cuestionables algunas veces, que se establecen en la playa, hay otras cosas horribles que componen ese maravilloso día y es, la hora de embadurnarse de crema para no quemarnos. 
Desde luego es algo muy importante y que hay que hacer, la protección ante todo, pero a mi me da un coraje tremendo ya que me da mucho asco ir todo el día pegajoso y asqueroso, con ese olor tan característico al que ya le he cogido hasta manía aunque no sea malo.

Y bueno, toca la hora de darse un bañito, que es el objetivo principal de ese horrible viaje. Hay que recordar que a pesar de madrugar solo has conseguido quinta línea de playa asi que te queda un largo trecho de esquivar sombrillas, señoras tostándose como lagartijas al sol y lo más importante, intentar no abrasarte los pies con esa arena que parecen brasas ardiendo, como las de ese pueblo de Soria

Después de perder media epidermis por el camino por fin llegas al mar y te encuetnras con esto
Si, tienes que ir esquivando basura como, falsas medusas que en realidad son bolsas del mercadona, condones, compresas tampones... yo no se que hace la gente en el agua, pero bueno te metes un poco más profundo y ya encuentras el agua un poco más limpia y puedes darte un baño más o menos bueno y disfrutar de ese momento de paz y relajación que tanto ansiabas a las 6 de la mañana cuando te has levantado.

Pero se acerca el atardecer y es hora de volver a tu amada casa. Es hora de recoger todo el chiringuito que has montado para pasar el día e ir con los bártulos al coche que suele estar un poco a tomar por culo, pero bueno, es un esfuerzo necesario a realizar
Si los jubilados pueden, tú no vas a ser menos

Y llegas al coche y ocurre una cosa que no pensabas que ocurriría, ya que tu habías puesto el parasol, ese invento mágico, que hace que el coche no se caliente
Pero la verdad es que ahí dentro puedes hacer una pizza y dos bizcochos. Toca abrir ventanillas e intentar que se refresque para no morir de un golpe de calor. Y mientras tanto, ooootra vez atasco en la autopista, las 200 familias que te has encontrado a la ida, obviamente tienen que volver como tú a sus respectivas ciudades.

Esperando a pagar el peaje te das cuenta que en el coche de al lado van los matrimonios de jubilados con los que has estrechado lazos durante el día y te sonríen y te dicen adiós (a ver si los vuelves a ver otro día que te dé por volver a hacer esta locura, al fin y al cabo tampoco eran tan mala gente)

Y tras otras dos horas de viaje llegas a tu casa donde lo único que quieres es meterte en la ducha para quitarte ese sudor asqueroso que has cogido en ese horno con ruedas llamado coche y darte aftersun porque ahora mismo pareces un guiri

Después de todas las experiencias vividas te prometes que no volverás a ir a la playa por lo menos por lo menos en tres vidas, hasta al finde semana siguiente que se te ha olvidado lo malo y solo te has quedado con lo bueno...porque aunque haya imprevistos, realmente si que ha sido un maravilloso día de playa.

Besis

Comentarios